Las instalaciones son impecables con piscina amplia y un jardín enorme, perfecto para relajarse y jugar con los niños.

me sentí muy contento, no tengo ninguna queja

La piscina es bastante amplia y acogedora.

La habitación que me dieron estaba al nivel de la calle y su terraza daba a un aparcamiento, lo que era poco privado. Además, el desayuno y la cena eran bastante normales, sin opciones realmente destacadas. tuve problemas con el pago, ya que no se podía hacerlo con tarjeta en el comedor y había que ir a recepción todos los días.

Sin florituras, solo lo importante

La atmósfera familiar y el trato exquisito del personal destacan en este hotel. La comida es un festín de sabores caseros, especialmente los postres y los platos elaborados. Las instalaciones son impecables, con una piscina amplia y un jardín enorme para los niños. Un lugar donde sentirse como en casa. Volveré.

Nuestra estancia fue maravillosa, con una ubicación inmejorable muy cerca de la playa, lo que hizo que las mañanas fueran maravillosas. Las instalaciones son impecables, con un jardín extenso donde los niños podían jugar libremente y una piscina grande y acogedora ideal para relajarse. Además, el trato del personal es excepcional, siempre amables y atentos a nuestras necesidades como familia. La comida del buffet era deliciosa, con opciones variadas para todos los gustos, lo que hizo que cada comida fuera un placer.

A pesar de lo positivo, notamos que las bebidas en el hotel eran un poco caras, por ejemplo, cobrar 2,50€ por una botella de agua parece excesivo.

La atención familiar fue lo que más me gustó, te sientes como en casa. La comida estaba deliciosa y variada. Eso sí, la habitación podría mejorar en privacidad. Pero, ¡me encantó la piscina! 🌊

Estancia de lujo con un ambiente muy familiar. El personal bien amable y siempre atentos, ¡de lujo! La comida casera deliciosa, especialmente los postres. La piscina bien chida y limpia, ideal para los niños. Ubicación tranquila, a un pasito de la playa. Volvería encantado.

la atención del personal fue excepcional y la comida casera, especialmente los postres, fue un deleite. también disfruté mucho de la piscina y el ambiente familiar del hotel.

la habitación no tenía nevera.

Zonas de juegos infantiles fantásticas.

Increíble experiencia gastronómica y tranquilidad total

Mi estancia fue excepcional, comí en el bufé y cada plato era casero y delicioso, destacando la fabada y los postres variados que incluían tartas caseras. La piscina estaba impecable y perfecta para relajarse después de un día de sol, además hay un amplio espacio verde para que los niños jueguen. Me sentí muy cuidada, pero el acceso a la playa podría ser algo mejorado para disfrutar aún más de la cercanía al mar.

La habitación era bastante cómoda, aunque algo básica. Buen tamaño y limpita, pero me sorprendió un poco que la vista no era muy privada, ya que daba a un aparcamiento. La cama era cómoda para descansar después de un día de playa. No hubo ruidos molestos, lo que se agradeció para dormir bien.

Disfruté de una comida casera deliciosa con postres variados, lo que fue un gran punto a favor. La piscina es tranquila y perfecta para relajarse con la familia. Sin embargo, el problema de poder pagar solo en recepción y no en el comedor fue un inconveniente que debería mejorarse.

Fue una selección óptima para dar paseos en Playa de la Lanzada con una buena relación calidad-precio. La cena tipo buffet fue buenísima, especialmente destacando la variedad en los postres. Recuerda aprovechar la piscina y la zona de juegos para los niños.